Sólo los Coaches Misticos
saludables pueden curar
Coaches Misticos ,
cúrate a ti mismo: de esta manera curarás a tu paciente también. Permite que tu
mayor apoyo para sanar sea ver con tus propios ojos a aquél que se cura a sí
mismo. (Zarathustra)
Este es un gran consejo para aquellos que desean que la
conciencia humana alcance sus cimas más altas posibles. Lo primero es: “Coaches
Misticos saludables, cúrate a ti mismo”.
Tú deberías estar completamente libre de todas las supersticiones, de todos los
pasados absurdos y muertos; deberías ser nuevo a cada momento. Esta será tu
salud. Y esto ayudará a la gente: el verte, el ver tu conciencia, el ver tu
amor, el ver tu compasión, el ver tu felicidad será la prueba de que otros
están equivocados y deben cambiar. No es cuestión de discutir; es cuestión de
presentar tu vida en la nueva luz, para que los que están en la oscuridad
puedan ver que están en la oscuridad, y que ésa es la causa de su miseria y de
su enfermedad.
Existen mil caminos que todavía no han sido transitados, mil
formas de estar saludable y de islas de vida ocultas . Aquí es donde cualquiera
que tenga inteligencia se enamorará de Zarathustra. Él es muy diferente de
otros maestros de religión.
Mahavira dice: “Yo he dicho la última palabra; ahora no hay
nada más que descubrir. Todo lo que tiene que ser descubierto sobre la
consciencia humana yo lo he descubierto. No habrá un vigésimo quinto
tirthankara.” Gautama Buda dice lo mismo. Mahoma dice: “Ha habido profetas
antes de mí, pero después de mí no habrá profetas. Porque yo he traído todo el
conocimiento; ahora ya nada está oculto”.
Zarathustra tiene una visión muy diferente, muy humilde.
Existen mil caminos que nunca han sido transitados, mil formas de estar
saludable y de islas de vida ocultas. El hombre y la tierra del hombre son aún
inagotables y no han sido descubiertos.
Él no quiere ser la última palabra. Por el contrario, él
quiere ser el comienzo, y deja todo abierto. “Sigue cambiando en tanto llegas a
nuevos espacios. No tienes que estar de acuerdo conmigo, porque existen miles
de caminos que no han sido transitados, y existen miles de islas sobre la
tierra y en el ser interno del hombre que aún no se han descubierto. Así que no
te quedes atado a mí; ¡muévete!
Él está diciendo: “Yo te enseño el movimiento. No te doy una
doctrina fija; sólo te doy un ímpetu, un incentivo, un reto”. Un maestro
verdadero siempre es un reto: reto para nuevos descubrimientos, reto para
nuevos espacios desconocidos, para estrellas lejanas. Él simplemente alienta.
Te ayuda a volar, y ¡te deja todo el cielo abierto!
¡Mirad y escuchad, solitarios! Vienen aires del futuro con
un sigiloso vaivén en sus alas; y buenas noticias llegan para los oídos
delicados. Vosotros, solitarios de hoy, vosotros que os habéis separado de la
sociedad... Tened cuidado con estas palabras: Vosotros, solitarios de hoy;
vosotros que os habéis separado de la sociedad, un día seréis personas; de
vosotros, que os habéis escogido a vosotros mismos, brotará la gente elegida; y
de esta gente elegida, el superhombre.
Es desafortunado que todavía no haya sucedido. Aún así...
vosotros sois solitarios hoy; mi nombre para solitarios es sanyasins. Aún son
pocos. Han pasado veinticinco siglos, pero las palabras de Zarathustra suenan
como si se estuvieran diciendo hoy.
Vosotros, solitarios de hoy, que os habéis separado de la
sociedad, un día seréis personas. Hace veinticinco siglos él tenía esperanzas;
y todavía es una esperanza. Yo todavía estoy esperando que no sigan siendo
pocos. Hasta los he empezado a llamar “mi gente”.
De vosotros, que os habéis escogido a vosotros mismos,
brotará la gente elegida; y de esta gente elegida, el superhombre.
En verdad, ¡la tierra se convertirá en una casa de sanación!
Y emite ya una fragancia, un olor que trae salud; ¡y una nueva esperanza! Yo
simplemente puedo repetir sus palabras, porque son tan ciertas hoy como lo
fueron hace veinticinco siglos. Es muy triste, es desafortunado, pero tal vez
él llegó demasiado temprano, adelantado a su tiempo. Todos los genios se
adelantan, pero Zarathustra parece haber llegado demasiado temprano.
Tal vez ahora es el momento en que podemos hacer de esta
tierra un templo de sanación; no sólo del cuerpo sino también del alma; un
lugar sagrado en donde todos sean íntegros, no divididos, no esquizofrénicos.
Aún es muy pequeño, pero está ahí en los corazones de mucha gente inteligente y
valiente. Una añoranza por una vida más intensa, por una vida más elevada, por
una vida mejor que ya ha surgido. Tal vez la primavera está muy cerca. Tal vez
hemos llegado en el momento justo.
Una fragancia que trae salud, ¡y una nueva esperanza!
Nosotros queremos que esta esperanza se vuelva una realidad; ha permanecido
como esperanza por demasiado tiempo. Es hora de que el sueño se realice; si no
podemos realizar este sueño, entonces no hay futuro para la humanidad.
Esto me da una gran esperanza, porque la multitud
desenfrenada se ha acercado a un suicidio global. Y ahora sólo habrá dos
alternativas: ya sea transformarte a ti mismo en un hombre nuevo, el
superhombre, o prepararte para desaparecer de esta tierra. Y yo no creo que el
hombre quiera morir. No creo que los árboles quieran morir o los pájaros o los
animales. Yo no creo que la vida quiera suicidarse.
Por lo tanto, muy probablemente escogerá transformarse a sí
mismo y dar nacimiento al superhombre, y soltar todas estas componendas que los
políticos de todo el mundo están preparando para ti, para que te suicides.
Ahora las fuerzas de la vida y las fuerzas de la muerte se están confrontando
unas a otras. Las fuerzas de la vida son frágiles, como una fragancia en el aire.
Y las fuerzas de la muerte son muy fuertes.
Aún así, la muerte no puede ganarle a la vida. El odio no
puede ganarle al amor. Lo feo no puede ganarle a lo hermoso.
Osho, Zarathustra: A God That Can Dance, charla #18
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