TENGO DERECHO A LOS MILAGROS EN MI VIDA
El sentido de vivir una
vida llena de milagros es algo a lo que todos
absolutamente tenemos derecho a experimentar en esta vida, pero es
condición "sine qua non" creer que me lo merezco. Los milagros
pueden ser vistos únicamente en la luz, esto significa que tu corazón
tiene que estar vibrando alto, con energías y con pensamientos edificantes,
constructivos, liberados de los rencores a través del perdón.
La vida se despliega todos
los días ante nuestros ojos con regalos infinitos
pero si tu energía vibratoria es muy densa, o muy baja, no los vas a poder
ver, ni vivir, y mucho menos experimentar. Pero el hecho de que tú no los veas, ni sientas los
milagros, no quiere decir que no estén ahí justo al ladito tuyo, tan cerca que
los podrías ver, oler y tocar.
Esta afirmación tomada de la lección 77 del Curso de Milagros la podemos
repetir como un mantra en nuestro corazón como una forma poderosa de oración
para que se nos abran todos los sentidos a la gloriosa presencia del amor, del
espíritu y de Dios en nuestras vidas.
¡Hay tantos milagros por doquier! El hecho de que puedas respirar, y
suspirar, el hecho de que puedas escuchar y sintonizar con melodías y canciones
que eleven tu alma, poder ver a través de tus ojos la inocencia de un niño,
disfrutar de una deliciosa comida acompañada por un ser querido, compartir el
silencio con un amigo, ¡tenemos tantas cosas que agradecer!
El agradecimiento es la llave que abre las compuertas de tu conciencia a
los milagros en tu vida, cultiva esta buena y maravillosa costumbre, “en todo
demos gracias, en todo estemos alegres” nos aconsejan las sagradas escrituras
en la Biblia. Sólo un corazón agradecido puede experimentar la dicha que
encierran las pequeñas cosas, los gestos pequeños pero grandes para un alma
sedienta del agua vivificante otorgadas por los demás a través de sus manos y
gestos generosos.
El agradecimiento cultivado en tu alma hará que ella, resuene y vibre a
niveles más elevados, en una octava
superior, y puedas ver todos los
milagros que en este momento están en, y alrededor de tu persona. Así mismo es
sumamente importante que entiendas que para aperturarte al sonido esplendoroso
y mágico de los milagros, tienes que ser como un niño, recuerda "solo
aquellos que se vuelven como niños entraran al reino de los cielos", donde
todo es posible, y para ello amiga, amigo tienes que hacer algo de inmediato: dejar de criticarte, dejar de
lastimarte por lo que pudo ser y no fue, dejar de azotarte con el pasado,
recupera tu alegría de vivir que yace en el recuerdo y en ese personaje que
sigue latiendo dentro de ti, tu niño
interior, conéctate con esta parte pura y bella de tu espíritu y lanza las
cadenas que te esclavizan al espacio sideral, y ábrete a la eternidad del ahora
siempre eterno, siempre presente. ¡Hazlo ahora, hazlo ya!
Tengo derecho a ver milagros en mi vida, afírmalo, y compruébalo, solo
tienes que abrir tu mente, tu corazón, están ahí al alcance de tus manos, solo
tienes que extenderlas y tocarlos.
El milagro de la vida, el milagro del amor, el milagro de la existencia,
el milagro de ser, el milagro de ver, de escuchar, de respirar, es que a veces,
por no decir siempre, nos acostumbramos tanto a todo lo
que tenemos, que no lo valoramos ni apreciamos. Pero basta con que
tengas un pequeñito dolor en cualquier parte de tu cuerpo para percatarte del
inmenso valor que tiene el milagro de la salud en la vida. También tenemos a
nuestros hijos, podemos compartir con ellos, abrazarlos, mirarlos, contemplarlos, ¿no es eso suficiente dicha?
Bendice a las personas que están en
tu vida, a las que entran y a aquellas que salen de ella, bendice a tus
enemigos, a tus amigos, bendice cada experiencia aunque ella venga disfrazada
de tragedia, detrás de cada acontecimiento hay un regalo maravilloso, un
milagro que está esperando ser reconocido y apreciado por ti, abre tus ojos y
ve lo que la vida te ofrece cada día, y repite ¡tengo derecho a los milagros en mi vida!
Para ver los milagros en nuestras vidas tenemos que permanecer orando en
nuestros corazones. Hay diversas formas de oración, cada quien tiene su forma
particular de conectarse con su espíritu, con su ser superior. Los cristianos tenemos las jaculatorias y la
oración, los budistas e hinduistas tienen los mantras y la meditación, mantener
nuestros sentidos en alerta recomienda el curso de milagros, practicar el
silencio de la mente, el no juicio, entre otras acciones nos permitirán
mantener nuestro instrumento mental purificado para poder ver la infinidad de milagros que se despliegan ante nuestros ojos.
Te invito, pues, a ver los milagros en tu vida, a sentir que tienes
derecho a experimentarlos, pero también tienes que tomar conciencia de los
pasos que tienes que dar para poder vivirlos. No esperes más, comienza hoy
mismo a recibirlos en cantidades inmensas cada día de tu santa vida, ¡porque mereces vivir una vida llena de
milagros!
Autor Maria Tirone
Libro Prosperidad Vivir en la Abundancia
http://www.librosenunclick.com/site/fichadellibro.html?book_code=urn:uuid:6b9cbe3e-b047-4395-85ac-a8ac8042fc5b
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