Y Tu: ¿Sabes Perder?
La vida es un juego, cada día salimos al encuentro de una
nueva partida, en algunas ganamos y en otras perdemos. Es importante que nos
cuestionemos nuestra forma de actuar tanto en los momentos de triunfo como en
aquellos en los cuales nos sentimos perdedores. Revisemos si todas nuestras
jugadas han sido " limpias", si no le hemos puesto zancadillas a
aquellos que consideramos nuestros oponentes y adversarios.
Que gratificante resulta cuando la vida nos invita a
participar de un juego y a pesar de haber perdido internamente sentimos que
hemos ganado, ¿has sentido esto alguna vez?, realmente es bien satisfactorio
puesto que te das cuenta que has superado la necesidad de ser adulado, aprobado
y festejado externamente y con este sencillo acto interno , privado simplemente
levantas el vuelo hacia la liberación interior de las cadenas que nos puedan estar
atando a este mundo lleno de superficialidades , galardones y honores públicos
.
Continuando con el pensamiento o la reflexión ¿Sabes Perder?
, al ver la vida y sus distintas situaciones como partidas y juegos, le
quitamos el drama a las situaciones menos favorables y suspendiendo todo
juicio, nos observamos y decidimos rendirnos y aceptar los errores, que nos han
conducido a dicha pérdida temporal en la eternidad.
Saber perder, requiere
de nuestra parte mucha, pero mucha humildad y por la otra altas dosis de fe en
la divinidad, de otra forma recurriremos al ajuste de cuentas por nuestras
propias manos y créanmelo en la mayoría de esos ajustes nuestras emociones nos
hacen cometer errores, a veces garrafales, que debemos reconocer si queremos
seguir viviendo en paz con nuestras conciencias. Jugar limpio, perder con
dignidad, reconocer nuestros errores en esa jugada para no cometer los mismos
en las siguientes, humildad para excusarnos cuando nos hayamos dejado llevar
por nuestros impulsos sin pensar en las consecuencias; en algunas oportunidades
luego de haber agotado todos nuestros recursos para hacer justicia, rendirnos y
depositar nuestra confianza en la justicia divina cuando hayamos sido
boicoteados y engañados obteniendo una derrota inmerecida.
Tener la capacidad para auto observarnos objetiva y
compasivamente al final de la jornada y con nuevas fuerzas despertarnos y
continuar con las nuevas cartas que la vida nos entregue y hacer el mejor uso
de ellas, y si al final de ese día, aun cuando no hayamos ganado , no seamos el
blanco de los aplausos y de los premios, dentro de nosotros se desborde la
satisfacción de haber dado lo mejor que teníamos en ese momento y celebrar con
Aquel que nos creo, haber dado un pasito más hacia nuestra evolución personal y
espiritual , lo cual no tiene ni tendrá nunca nada que ver con lo que hagan y
digan los demás, sino con tu propio mundo y vivencia intima individual.
Y para finalizar quiero compartir con Uds. este pensamiento
de Pascal científico, filósofo y escritor francés: ¿De qué le sirve al hombre
ganar el mundo si pierde su alma?
Maria Tirone
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