Viviendo desde el Testigo Silencioso
“Si puedo comenzar a observar, a ser
testigo de mis reacciones, me sentiré más libre y en paz. Mediante la identificación y fusión con un pensamiento o sentimiento me impido a mí
mismo ser el observador y me convierto
en la experiencia misma”.
Stephen Wolinsky
En mi recorrido por esta experiencia llamada vida el encuentro milagroso con las practicas milenarias del Yoga, la meditación, el Tai Chi, el Taoísmo, entre otras, me han permitido accesar a una información y a unos conocimientos , invaluables para el logro de una vida más plena, armónica y equilibrada en este mundo en el que me toco vivir: El Occidental.
Dentro de estas prácticas orientales la meditación es una técnica fundamental, e imprescindible para lograr el aquietamiento de la mente y de los pensamientos y entrar traspasando una rendija muy fina a un espacio que solo puedo denominarlo "sagrado" a través del cual mi alma descansa en paz puesto que las dicotomías, la polaridades, los desacuerdos, cesan y entro a un lugar donde es posible renovarse mas allá de estos dilemas de nuestras vidas cotidianas, y transformarse, es decir ir mas allá de la forma o de las formas de este mundo material.
La meditación necesariamente nos lleva a una práctica que es condición “sine qua non” para lograr ese estado de gracia, como yo lo suelo denominar, por sus frutos de paz, tranquilidad, desasosiego y remanso espiritual, esa práctica es la llamada el testigo silencioso o la capacidad para auto observarnos desde una perspectiva desapegada, suspendida, mas allá de nosotros mismos y nuestras mentes aferradas a lo que está sucediendo , sin juicios , simplemente observándonos y observando lo que suele acontecer tanto en nuestro interior como en el exterior de nosotros mismos y la de los demas.
Ser testigos de nosotros mismos, de nuestros pensamientos, nuestras emociones, nos lleva inexorablemente a una comprensión mayor del SER , a no luchar con lo que "ES", con lo que esta "SUCEDIENDO" supuestamente "ALLA AFUERA". Ser testigo silencioso de lo que sucede en nuestro interior nos permite brindarle a las personas con las que nos relacionamos íntimamente la oportunidad de SER , sin interferir en sus propios y únicos procesos para experimentar la vida, es una herramienta poderosa que nos permite ofrecerles a los demás la posibilidad de coexistir pacíficamente con nosotros y eso sucede únicamente porque somos capaces de darnos ese regalo y ese espacio a nosotros mismos, mediante esta práctica.
Este habito de atestiguarse así mismo el Dr. Wyne Dyer lo denomina la condición de espectador, cultivar esta costumbre nos permite vivir y dejar vivir . Cultivar la condición de espectador de nosotros mismos y de los demás nos conduce a una dimensión espiritual donde el yo invisible le habla al yo físico, se comunica con el, desde una actiud compasiva, no critica, yo la catalogaría de una energía amable, que somos capaces de brindarnos y brindar a los demás. Cuando nos ubicamos en el yo espectador o en el testigo silencioso, aceptamos que todo tiene UN ORDEN DIVINO , QUE EL TIEMPO DE DIOS ES PERFECTO, que FORZAR LAS BARRERAS solo creara mas CAOS Y CONFUSION, lejos de la evolución y comprensión que tanto necesitamos para seguir hacia adelante con nuestra propia vida.
En este espacio comprendemos que somos más que todo lo que está aconteciendo en nuestras vidas, que somos más que las emociones que estamos sintiendo, somos más que los pensamientos que atropelladamente se deslizan a través de nuestra conciencia, que somos más que aquello con lo que nos identificamos temporalmente, sexo, religión, ideología política, condición secular, cuerpo, familia , hijos condición social, que todos esos roles con los que nos identificamos son temporales, y que REALMENTE NO NOS DEFINEN como personas únicas , valiosas, infinitas dentro de una finitud, vuelvo y repito, temporal.
Vamos mas allá de la forma y eso nos permite identificarnos con algo más grande, espiritual que es nuestra verdadera esencia, este habito nos permite distanciarnos de los problemas y darles la magnitud que les corresponde desde una perspectiva espiritual, elevada , “por encima de”, y por supuesto esta nueva visión nos da la oportunidad de actuar sobre lo que acontece con mayor sabiduría, paz, discernimiento y éxito.
Cuando cultivamos la condición de testigo silencioso nos ponemos en contacto directo con Dios , y sabemos que para El “todo es posible”(San Mateo, 19:26), la fe , los milagros, la magia, la paz que va mas alla de la comprensión humana nos inundaran colmando nuestra vidas y haciéndolas cada dia mas y mas plenas!
Maria Tirone
Economista
Coach Personal y Empresarial
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