Nunca estoy Disgustado por la razón que Creo
Esta lección de un curso de milagros siempre la utilizo
cuando me siento enfadada por algo, o por alguien o sin ninguna razón, me
siento irritable, me recuerdo que no estoy disgustada por la razón que creo.
¿Pero qué significa esto? que tengo que quitarle la máscara a mi enfado , a mi
disgusto , a mi proyección y ver la verdad de la situación, que es lo que
realmente me tiene agobiada , que en la mayoría de los casos es un disfraz de
lo que realmente esta aconteciendo en nuestro mundo interno emocional.
Te invito que cuando te disgustes por algo, te detengas por
un momento y observes despegadamente ese disgusto, ese dolor, y profundices
hasta hallar la razón verdadera que lo esta desatando. Trabaje muchos años con
la energía de la ira, toda mi vida, y gracias a la meditación , al yoga y a la respiración consciente, así como la integración
de mis emociones, pude superar este flagelo que casi era imposible de minimizar
con todas sus nefastas consecuencias en las relaciones interpersonales , pero
gracias a Dios hoy en día, puedo cantar victoria, y este pensamiento lo
practicamos en casa con asiduidad puesto que por una u otra razón tenemos la
tendencia de pagar con los demás nuestras frustraciones, pero una vez que
detenemos esa energía, mal encauzada, la llevamos al lugar que le corresponde
que es internalizarla y observar que es lo que me esta causando este malestar ,
y solucionarlo dentro de mi persona, no arremetiendo contra los demás.
Sin la auto observación y sin la capacidad para tomar consciencia de que nada ni nadie esta capacitado para mover un ápice nuestro mundo interior
sino solamente en la medida en que nosotros lo permitamos, permaneceremos
ciegos ante lo que realmente esta
ocurriendo y perdemos la oportunidad de explorar esa emoción, para comprenderla,
integrarla y trascenderla. Nada, ni nadie puede perturbarnos, hacernos
disgustar, encolerizar, sin nuestro consentimiento, cuando asumimos la
responsabilidad de nuestras emociones todo cambia, cambia la percepción interna
del asunto en cuestión y cambia la reacción que se esta produciendo.
Cada vez que te disguste, te irrites, te enfades, o te
deprimas ,que no es otra cosa que ira volcada hacia adentro, detente y respira
y repite, no estoy disgustado por la razón que creo, e indaga dentro de ti que
te ha producido tanto dolor, que es lo que realmente te tiene preocupado y
angustiado, y canaliza de maneras constructivas tus problemas pero no los
proyectes y descargues en personas que no tienen la culpa de tu disgusto, así
mismo no permitamos que los demás hagan lo mismo con nosotros.
Esta práctica nos ayudara a mejorar la calidad de vida en la
convivencia cercana, porque le quitaremos las mascaras a los disgustos, a las
proyecciones injustas que hacemos o que los demás hacen con nosotros y esto
obviamente redundara en beneficio de todos los involucrados.
Maria Tirone
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