Como recuperar la conexión con LA FUERZA CREATIVA dentro de ti, (adaptación del texto DE Mujeres que corren con los lobos por Maria Tirone )
La naturaleza de la Vida/Muerte/Vida hace que el Destino, la relación, el amor, la creatividad y todo lo demás se muevan de acuerdo con unas pautas amplias y salvajes, las cuales se suceden en el siguiente orden: creación, desarrollo, poder, disolución, muerte, incubación, creación y así sucesivamente. El robo o la ausencia de ideas, pensamientos y sentimientos son el resultado de una corriente alterada. He aquí de qué manera se puede recuperar LA Fuerza Creativa .
1.-Acepta alimento para iniciar la limpieza el rio o fuerza creativa . Se nota que hay agentes contaminantes que alteran el río cuando la mujer rechaza los sinceros cumplidos que se le hacen a propósito de su vida creativa. Es posible que sólo haya una moderada contaminación cuando por ejemplo la mujer contesta con aire indiferente: "Es muy amable de tu parte hacerme este cumplido"; o puede haber una grave contaminación: "Ah, es una birria" o "No estás en tus cabales". Una res- puesta a la defensiva es también un indicio de lo mismo "Pues claro que soy maravillosa. ¿Cómo no te habías dado cuenta? ". Todas estas reacciones denotan un animus herido. Las cosas buenas fluyen hacia la mujer, pero el animus las envenena de inmediato.
Para invertir el fenómeno, una mujer tiene que esforzarse en aceptar el cumplido (aunque inicialmente parezca que esta vez se abalanza sobre él para poder quedárselo todo para ella sola), saborearlo, combatir contra el malévolo animus que quisiera decirle al que hace el cumplido: "Eso es lo que tú crees por- que no sabes la cantidad de errores que ha cometido, no te das cuenta de lo tonta que es, etc.".
Los complejos negativos se sienten especialmente atraídos por las ideas más sabrosas, revolucionarias y maravillosas y por las formas más audaces de creatividad. Por consiguiente, no hay vuelta de hoja, tenemos que buscar un animus que actúe con más claridad y apartar a un lado el antiguo, es decir, enviarlo a los archivos de la psique, donde se guardan los impulsos y los catalizadores, debidamente desinflados y doblados. Allí se convierten en objetos y dejan de ser agentes de emociones.
Reacciona. Mas que reaccionar hablaría de ACCIONAR. Así es como se limpia el canal por donde circula al fuerza creativa. Los lobos llevan unas vidas inmensamente creativas. Toman a diario docenas de decisiones, deciden si ir por aquí o por allá, calculan la distancia, se concentran en su presa, sopesan las posibilidades, aprovechan la oportunidad, reaccionan con fuerza para poder alcanzar sus objetivos. Su habilidad para localizar lo escondido, unir sus intenciones, concentrarse en el resultado apetecido y actuar en consecuencia para conseguirlo son justo las características que los seres humanos necesitan para llevar a feliz término sus propósitos.
Para crear se tiene que saber reaccionar. La creatividad es la capacidad de reaccionar a todo lo que nos rodea, de elegir entre los cientos de posibilidades de pensamiento, sentimiento, acción y reacción que surgen en nuestro interior, y reunirlo todo en una singular respuesta, expresión o mensaje que posea impulso, pasión y significado. En este sentido, la pérdida de nuestro ambiente creativo significa vernos limitadas a una sola elección, sentirnos despojadas y obligadas a reprimir o censurar los sentimientos y los pensamientos y a no actuar, no decir, no hacer o no ser.
Sé salvaje. Se espontanea, autentica! Atrévete a ser tu misma! Atrévete a hacer el ridículo! Así es como se limpia el río. En su estado original, el río no fluye contaminado, nosotras nos encargamos de contaminarlo. El río no se seca, somos nosotras las que lo bloqueamos. Si queremos devolverle su libertad, tenemos que permitir que nuestras vidas ideativas fluyan libremente, dejando que salga cualquier cosa, y sin censurar nada en principio. Eso es la vida creativa, fruto de una divina paradoja. Se trata de un proceso enteramente interior. Para crear, tenemos que estar dispuestas a ser totalmente estúpidas, sentarnos en un trono en lo alto de un imbécil y derramar rubíes por la boca. Entonces el río fluirá y nosotras podremos permanecer de pie en medio de su corriente bajo la lluvia. Podremos ex- tender las faldas y las blusas y recoger toda el agua que podamos llevar.
Empieza. Uno de los poderosos sutras de la era de acuario es empezar a hacer las cosas y de esta forma baja la presión. Necesitmaos comenzar , dar el primer paso y salir de la inercia. Así es como se limpia el río contaminado. Si tienes miedo de fra- casar, yo te digo que empieces, fracases si no hay más remedio, te vuelvas a levantar y vuelvas a empezar. Y si fracasas de nuevo, fracasa. ¿Y qué? Vuelve a empezar. No es el fracaso lo que nos paraliza y nos mantiene estancadas sino la renuencia a volver a empezar. ¿Qué más da que tengas miedo? Si tienes miedo de que algo se te eche encima y te pegue un mordisco, por lo que más quieras, afróntalo de una vez. Deja que tu temor se te eche encima y te pegue un mordisco. De esta manera lo vencerás y podrás seguir adelante. Lo vencerás. El temor se te pasará. En este caso, es mejor afrontarlo directamente, sentirlo y vencerlo que seguir utilizándolo como excusa Para no tener que limpiar el río.
Protege tu tiempo. Así se eliminan los agentes contaminantes. Conozco a una ardiente pintora de las Montañas Rocosas que cuelga este letrero en la cadena que cierra el camino de su casa cuando quiere concentrarse en la pintura o la meditación: "Hoy trabajo y no recibo visitas. Ya sé que usted piensa que eso no se refiere a usted porque es mi banquero, mi agente o mi mejor amigo. Pero sí se refiere a usted."
Una escultora que conozco cuelga este letrero en su verja: "No molestar a no ser que yo haya ganado la lotería o hayan visto a Jesús en la Carretera Vieja de Taos." Como se ve, un animus bien desarrollado tiene unos límites estupendos.
Persevera. ¿Cómo eliminar del todo esta contaminación? Insistiendo en que nada nos impedirá ejercitar un animus bien integrado, siguiendo adelante con nuestro empeño de hilar alma y fabricar alas, con nuestro arte, nuestros remiendos y nuestras costuras psíquicas, tanto si nos sentimos fuertes como si no, tan- to si nos sentimos preparadas como si no. En caso necesario, atándonos al mástil, a la silla, al escritorio, al árbol, al cacto, dondequiera que estemos creando. Es esencial, aunque a menudo resulte doloroso, dedicar el tiempo necesario y no rehuir las tareas difíciles que lleva aparejadas el esfuerzo por alcanzar el dominio. Una auténtica vida creativa arde de varias maneras y no sólo de una.
Hay que desterrar o transformar los complejos negativos que surjan por el camino —tus sueños te guiarán en esta última etapa de la senda—, apoyando bien los pies en el suelo de una vez por todas y diciendo "Me gusta mucho más mi vida creativa que el hecho de participar en mi propia opresión". Si maltratáramos a nuestros hijos, los representantes del Servicio de Vigilancia Social se plantarían en la puerta de nuestra casa. Si maltratáramos a nuestros animales domésticos, la Sociedad Protectora de Animales vendría por nosotras. Pero no existe ninguna Patrulla de la Creatividad ni Policía del Alma que pueda intervenir cuando nos empeñamos en matar de hambre nuestra alma. Sólo estamos nosotras. Nosotras somos las únicas que podernos vigilar el Yo del alma y el animus heroico. Es una crueldad regarlos una vez a la semana, una vez al mes o una vez al año. Todos tienen sus propios ritmos circadianos. Nos necesitan y necesitan el agua de nuestro arte cada día.
Protege tu vida creativa. Para evitar el hambre del alma, da al problema su verdadero nombre y resuélvelo. Practica a diario tu tarea. Y después no permitas que ningún pensamiento, ningún hombre, ninguna mujer, ningún compañero, ningún amigo, ninguna religión, ningún trabajo y ninguna voz avinagrada te obliguen a pasar hambre. En caso necesario, enseña los incisivos.
Construye tu verdadero trabajo. Construye una cabaña de cordialidad y sabiduría. Toma tu energía de allí y tráela hacia aquí. Insiste en establecer un equilibrio entre la responsabilidad prosaica y el arrobamiento personal. Protege el alma. Insiste en llevar una vida creativa de calidad. No permitas que tus complejos, tu cultura, tus desechos intelectuales o las rimbombantes bobadas aristocráticas, pedagógicas o políticas te la roben.
Pon alimento para la vida creativa. Aunque hay muchas cosas buenas y nu- tritivas para el alma, casi todas ellas están incluidas en los cuatro grupos básicos de alimentos de la Mujer Salvaje: tiempo, sentido de pertenencia, pasión y soberanía. Haz acopio de ellos, Son los que mantienen limpio el río.
Cuando el río ya está limpio, puede volver a fluir; la producción creativa de una mujer se incrementa y, a partir de este momento, sigue sus ciclos naturales de aumento, disminución y nuevo aumento. Nada se podrá ensuciar o dañar durante mucho tiempo. Cualquier contaminación que se produzca será eficazmente neutralizada. El río vuelve a ser nuestro sistema de alimentación en el que podremos entrar sin temor, del que podremos beber sin preocupación y junto al cual podremos serenar el alma atormentada de La Llorona, sanando a sus hijos y devolviéndoselos. Podremos desmontar el proceso de contaminación de la fábrica e instalar un nuevo animus. Podremos vivir nuestra vida junto al río tal como queramos y juzguemos conveniente, sosteniendo en brazos a nuestros numerosos hijitos y mostrándoles el reflejo de sus imágenes en las cristalinas aguas.
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